El guitarró acabado en o, es una expresión genuinamente alcoyana que no tiene nada que ver con guitarrón, acabado en ene, que es una palabra castellana que designa a un hombre sagaz y picarón, ni con guitarró que es una palabra catalana que – contrariamente a lo que pueda parecer – define a una guitarra pequeña de cuatro cuerdas que no es un violín.
Tampoco se refiere – por adición de ambas lenguas- al hombre sagaz y picarón que tiene una guitarra pequeña o, que sencillamente, la tiene pequeña. El guitarró o guitarrón alcoyano es la perturbación pasajera – o puede que no tanto – que sufre un individuo, o individua, producida por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas, especialmente espirituosas, y que tiene como consecuencia una exaltación y enajenación del ánimo. Lo que vulgarmente se conoce en otros lugares como melopea, merluza, tajada, cogorza, pedal, castanya, trompa, mona, bufa o pet.
Pero a diferencia de este tipo de embriagueces que sugieren algo escatológico y enfermizo, el guitarró alcoyano es, por su concomitancia con el instrumento musical, algo alegre y festivo. Aunque también voluminoso, incómodo de soportar y dañinamente ruidoso.
ACLARACIÓN. Como la mayoría de instrumentos musicales, el guitarrón, cuenta con una familia orquestal que abarca toda una gama de gradación. Desde el bajo (guitarronet) pasando por el tenor (mig guitarro) el alto (guitarró) hasta llegar al agudísimo contralto (un guitarró com una corda d’estendre) que es un guitarró(n) de alta intensidad y prolongado en el tiempo.