La lengua alcoyana, cual adolescente rebelde, es muy de saltarse las reglas ortográficas y gramaticales a su antojo. Un ejemplo es la palabra imperenne que pese a llevar el prefijo im delante de perenne, lo que en cualquier otra parte del mundo significaría lo contrario de perenne, es decir: caduco, perecedero, pasajero (pero no de vehículo), transitorio, etc. significa justo lo contrario. Algo que es más duradero que lo perpetuo, lo eterno, lo inagotable, lo que no tiene fin.
De hecho imperenne es una de las pocas palabras cuánticas del idioma alcoyano. Porque ¿qué puede ser más duradero que lo que no tiene fin? Esa es una buena pregunta, o no, a la que el grupo de lingüistas cuánticos de la Academia de la Lengua Alcoyana, aún no han encontrado repuesta.
Lo que sí han conseguido averiguar es que el vocablo en cuestión tuvo su origen un 23 de Abril de 2001 (curiosamente el mismo año de la Odisea Espacial) en el seno de la Peña del Bon Humor por parte de un parroquiano cuyo cerebro flotaba en un caldo primigenio de Biri-Biri que, combinado con café licor, propició una especie de Big Bang (o Biri Bang) al referirse a la figura de San Jorge Mártir que, según el parroquiano en cuestión, era eterno y sin interrupción por el hecho de no ser. Es decir, imperenne
Una interesante cuestión de dimensiones filosóficas que dio origen a un debate de larga duración propiciando que muchos de los participantes acabaran en distintos grupos de rehabilitación.
Conozco el término imperenne desde mi más tierna infancia…..mucho más allá del 2001….
Ignoro los motivos de Stanley Kubric, pero siempre adherí a ese término.
Casualmente yo tambiém uso el termino , no sé si lo escuche, o leí alguna vez, pero siempre lo entendi como algo perpetuo, sin fin. Saludos