Aparte de ser una marca de pulseras, collares y complementos Pelilo Diseños con sede en el Puerto de Cartagena (para que luego digan que los murcianos no son raros), pelilo es una de las muchas palabras que los alcoyanos usan para referirse al órgano masculino por antonomasia, tales como: pardal, boniato, níspero, fava, botifarra o pixorro.
De hecho el pelilo puede considerarse un pixorro en estado embrionario. Es decir que aunque ya ha adquirido todas sus características morfológicas algunas de ellas no han alcanzado aún su estado de madurez. Dicho de otro modo que, aunque apunte maneras de tontería y engreimiento su nivel de estupidez está más cerca del moniato común que del pixorro adulto.
Un pelilo tampoco ha desarrollado aún ninguna de las capacidades accesorias características del pixorro como: la de medir la longitud (no hay pelilos com un braç) o la temperatura (no hay ningún fretorro capaz de tallar la punta del pelilo, cosa que sí ocurre con el pixorro)
Por concluir digamos, tomando como ejemplo las categorías del apasionante universo futbolístico, que si un pixorro juega en las ligas profesionales un pelilo pertenecería a la categoría cadete o alevín, dependiendo de su grado de memez.
Para más información de las características diferenciales y estados evolutivos entre pelilo, pelilet, pelilot, pixorret i pixorro véase “Creación y Evolución. Fundamentos para una filosofía de la progresión evolutiva del pixorro común” del dotor alcoyano Benito Camelo. ISBN.2324-1
NOTA IMPORTANTE.- El adjetivo pelilo siempre se utiliza en modo masculino. Si se utiliza en modo femenino pierde su función adjetival y se convierte en un sustantivo que designa (una más) al órgano masculino que sirve para miccionar y, ocasionalmente, para copular.