Palabra muy sonora de origen misterioso con la que los alcoyanos describen todo tipo de trastos viejos e inservibles, que tienden a acumularse en las casas sin que haya una explicación lógica para su milagrosa supervivencia. El término racuela añade un suplemento despectivo a cualquier objeto y nos indica que su mejor destino es el contenedor de basuras.
Está comprobado que con el paso de los años cada casa alcoyana genera un elevado número de racueles, que se agrupan por arte de magia en armarios, en “porchis” y en todo tipo de rincones. Estos artículos inútiles superan el paso del tiempo, ocupan un importante espacio y por alguna extraña razón, nadie se atreve a deshacerse de ellos. Ahí van algunos ejemplos: son racueles los viejos discos de vinilo del grupo Parchís, las colecciones de cintas de vídeo de las comedias clásicas de Alfedo Landa, cacharros para fondue que nos regalaron en la boda, pantalones de campana de la época del Suleyca y los vasos largos de whisky con calcomanías grabadas de Don Quijote en los que pone Recuerdo de Campo de Criptana. La racuela es exactamente lo contrario que una antigüedad valiosa. Se trata de un objeto sin valor cuyo objetivo prioritario en este mundo es molestar a cambio de nada.
En numerosas ocasiones, los alcoyanos utilizamos el concepto racuela en sentido figurado. Es una metáfora muy útil cuando uno quiere hablar de alguna persona, animal o cosa que están pasados de rosca y que no tienen ninguna utilidad aparente. Cuando una tienda de ropa ofrece unas rebajas con prendas del año de la picor, no dudamos en calificar su oferta como una colección de recueles. Si un partido incluye en sus listas electorales a un político con más quinquenios que Millán Astray en la Legión, lo calificamos inmediatamente de racuela política.
NOTA: Aunque siempre va acompañada de un sentido peyorativo, en contadísimas ocasiones la racuela puede derivar en una obra de arte. El programa “Cachitos de hierro y cromo” se ha convertido en una maravillosa propuesta televisiva con millones de fans en toda España a base de rescatar racueles musicales de los inagotables archivos de RTVE. En este mismo orden de cosas, el éxito de la Semana Modernista ha propiciado que miles de alcoyanos y de alcoyanas saquen de sus armarios una auténtica colección de recueles de sus antepasados, que han sido recicladas en pos del bien común y que les han permitido salir a las calles hechos un pincel.