La sala de actos del Palau Comtal de Cocentaina alberga a lo largo de este mes de noviembre una singular propuesta expositiva. Bajo el título de “99. Diari fotogràfic d’un estat d’alarma”, el fotógrafo contestano Marc Pascual ofrece una crónica gráfica diaria sobre tres meses de confinamiento. La muestra forma parte de la oferta cultural de la edición de 2020 de la Fira de Tots Sants.
Desde la melancolía de unas gotas de lluvia deslizándose por el cristal de una ventana, al panorama desolador de unas calles vacías. Desde el pequeño gesto cotidiano de lavarse las manos, a un completo catálogo de rostros anónimos tras las omnipresentes mascarillas. La Historia de verdad está siempre en lo detalles. Marc Pascual ha hecho una completa crónica gráfica de los terribles días del confinamiento. Cocentaina -sus gentes y sus paisajes- son los protagonistas de un documento excepcional, que nos ayudará a reflexionar sobre unos tiempos extraños y que servirá para que las futuras generaciones tengan una información de primera mano sobre una pandemia que cambió el mundo.
El procedimiento es brillante en su simplicidad: cada día, una fotografía. Este ejercicio artístico/sociológico se inicia un 14 de marzo; aquel día negro en el que todas nuestras seguridades se vinieron abajo y en el que entramos en el largo túnel de la incertidumbre. Con una constancia que sólo se explica por la pasión por la fotografía y por la curiosidad más creativa, Marc Pascual recoge una imagen de cada jornada del estado de alarma. Desde aquel oscuro y lluvioso mes de marzo a la hermosa primavera que nos robó cruelmente la crisis sanitaria, va construyendo día y a día un relato cuyo argumento principal se centra en el choque de una sociedad con una nueva realidad dura y desconocida.
Hay que destacar la enorme capacidad de síntesis del autor de esta obra. La selección de fotografías es un proceso complicado, que se ha resuelto actuando desde la mayor libertad creativa y aplicando una enorme sensibilidad. Este diario transcurre entre momentos de reconfortante intimidad e impactantes imágenes de una ciudad transfigurada por el impacto de un brutal desastre sanitario. Todos estos elementos juegan un papel importante a la hora de construir una historia exhaustiva y completa de unos meses en los que lo estrictamente personal se mezclaba con lo colectivo.
En una época de debates airados y de demagógicas versiones del problema del coronavirus, el diario fotográfico de Marc Pascual debe valorarse como una auténtica joya, como una expresión honesta e independiente de la realidad. Vale la pena perderse en la contemplación de estas fotografías para tener un conocimiento exacto de unos días durísimos en los que todos fuimos puestos a prueba. A través del objetivo de su cámara, el fotógrafo nos ha dejado una colección de imágenes de una belleza inquietante; su mirada abierta e inquisitiva es un recorrido por la Cocentaina del confinamiento, que tiene el inmenso valor que tienen los documentos históricos.
Un autèntic plaer, un honor, haver comptat amb la col·laboració de Javier, qui cada setmana em fa riure a través dels desternillants articles de la Moderna.
Simplement, Gràcies.