La coincidencia de los actos de la Semana Modernista con el rodaje de una película sobre la ocupación nazi de Atenas en las calles del centro ha hecho que centenares de alcoyanos hayan sido atendidos en el Hospital tras sufrir una súbita pérdida de la noción del tiempo con esporádicos viajes al pasado. Esta dolencia ha afectado especialmente a personas de edad avanzada, que han protagonizado situaciones muy tensas: un señor de 80 años se presentó en el centro comercial de Alzamora vestido de soldado empeñado en hacer la guardia que le correspondía en el Regimiento Vizcaya 21 y un grupo de amigas que trabajaban en Matarredona, todas ellas con más de 85 años de edad, acudieron a la fábrica exigiendo el pago de su nómina del mes de septiembre de 1942 y amenazando con montar la de Dios es Cristo si no cobraban.
Especialistas en psiquiatría de todo el mundo se han acercado a Alcoy para estudiar esta extraña epidemia regresiva, que ya ha sido bautizada como “El Síndrome de la Milagret”. La desorientación temporal ha afectado a un total de 350 personas, que estaban más expuestas a los actos del modernismo y al rodaje de la película de nazis. Ha habido de todo: un grupo de amigos sufrió un ataque de histeria al intentar en vano durante dos horas juntarse a tomar el aperitivo en un inexistente Bar Trianón del Cantó el Pinyó; hay ancianos que han formado escuadras del Frente de Juventudes, señoras que llevan tres días buscando la Granja Cecilia y un par de octogenarios que cayeron desmayados al encontrarse con el monumento a San Jorge de la Rosaleda.
Hay que subrayar un dato importante: aunque los síntomas de esta enfermedad son muy aparatosos, su curación es relativamente sencilla. Las víctimas del “síndrome de la Milagret” se han recuperado rápidamente tras administrárseles un orfidal y proyectárseles durante un par de horas una selección de programas televisivos del corazón y de vídeos electorales de las pasadas municipales.
El único precedente parecido a esta enfermedad es el denominado “Síndrome del Capitán Moro”, que sólo han padecido dos personas. Los afectados, dos conocidos industriales alcoyanos, recorrieron las calles de la ciudad encima de una carroza hasta bien entrado el mes de julio, al ser incapaces de asumir el final de su capitanía y la consiguiente pérdida de protagonismo.