El fuerte malestar por el acabado de las obras de reforma del puente de San Jorge ha cristalizado con la creación de una plataforma ciudadana, que recoge firmas para exigir que el Ayuntamiento de Alcoy le dé al viaducto una mano de pintura con el fin de animar el insulso color gris con que se ha quedado esta construcción. El colectivo se ha presentado ante la opinión pública bajo el nombre “Pinteu el pont, per l’amor de Déu” y propone un concurso de ideas para elegir el color definitivo de este monumento Art Déco, ya que lo que hay ahora «parece un muro sin lucir».
Según informan fuentes de “Pinteu el pont”, el color gris del puente ha disparado las depresiones en toda la ciudad y ha hecho que miles de personas prefieran utilizar vías alternativas para entrar y salir del centro, con el fin de eludir esta atmósfera amuermante. Ante esta situación, se propone abrir un concurso de ideas para que este emblema arquitectónico alcoyano quede “más alegre”. En este sentido, se plantea la posibilidad de que el proyecto sea asumido por alumnos de la Escola d’Art o por artistas del grafiti callejero.
La idea de la plataforma ciudadana ha sido recogida también por varios grupos de jubilados. Pascual Manotes, presidente del Club de Pensionistas Desfaenats de la calle Entenza, ha ofrecido la colaboración gratuita de los socios de la entidad para “amblanquinar” el puente en una semana con unas latas de pintura que les sobraron de la reforma de la sede social, “siempre que el Ayuntamiento nos ceda las grúas y nos deje dirigir el tráfico”.
Estas iniciativas han producido una airada reacción del gobierno municipal, que se ha enrocado en su defensa del proyecto. El alcalde ha sido tajante y ha afirmado que “Alcoy es una ciudad gris y lo lógico es que su principal monumento sea de color gris”. Asimismo, el primer edil recordó el gusto de los alcoyanos por la ropa formal y sin estridencias, señalando que “hemos querido trasladar al puente este estilo cromático”. Desde el grupo socialista se distribuyó ayer un duro comunicado de prensa en el que se criticaba “a esos horteras que quieren convertir la primera obra pública de la ciudad es una especie de puente de Tijuana. En Alcoy somos gente seria y nos gustan los colores serios y modositos”.