Una acción rutinaria de la brigada de limpieza llevada a cabo en las instalaciones del ayuntamiento ha permitido a los técnicos municipales descubrir vida extraterrestre en una de las dependencias del consistorio.
La mencionada dependencia, según fuentes bien informadas, se dedicaba a custodiar las ideas e iniciativas para sacar Alcoy de su estado de apalancamiento propuestas por los sucesivos alcaldes que han gobernado la ciudad. La dependencia se encontraba cerrada desde la Guerra de Sucesión.
Los operarios de limpieza inicialmente pensaron que el extraterrestre, que estaba cómodamente sentado en un sillón leyendo un número atrasado del periódico ‘La Razón’, se trataba de un objeto decorativo perteneciente a algún antiguo boato, representando a algún animal mítico que ‘no s’havia vist mai’.
Tras comprobar que la presunta figura mostraba constantes vitales y signos de inteligencia, se requirió la presencia de expertos ufólogos y seguidores de ‘Cuarto Milenio’ de la zona de El Camí, quienes tras una entrevista con el sujeto y una revisión de la documentación que portaba, determinaron que se trataba de un ‘verde’ procedente del sistema estelar Zeta Reticulin en la constelación de Orión y que respondía al nombre de Jordi THX1138.
Este importante hallazgo que ha convulsionado la comunidad científica, junto con la reciente comprobación de que un cuadro colgado en uno de los despachos del ayuntamiento pertenecía al pintor Juan de Juanes, ha llevado al gobierno municipal a plantearse la conveniencia de crear una concejalía de ‘Hallazgos y Descubrimientos’, que se cedería a Ciudadanos.
Dicha concejalía –según la alcaldía– se dedicará a revisar exhaustivamente las dependencias y a catalogar el patrimonio municipal, ya que – según ha podido saber este diario – existen indicios fundados de que en las mismas se podrían encontrar objetos buscados por la humanidad durante siglos tales como: el santo grial, el galeón de San José, el vellocino de oro, la piedra filosofal o la tumba de Genghis Khan.
Fuentes bien informadas, como las de Oñoro, aseguran que el extraterrestre era un «llagostí de marge», espía, y que se había colado por la rendija de la puerta de los despachos populares para averiguarlo todo, acerca de su manía, su puta manía, de hablar en castellón. Con lo fácil que es hablar con lo único que se sabé, aunque sea un poquito…recollons!!!
Ay!!!!