La Unidad de Delitos Humorísticos de la Guardia Civil detuvo el pasado miércoles a tres redactores de “Más falso que un Judas” dentro de una gran redada contra el tráfico de chistes malos sobre el coronavirus. La operación policial, bautizada con el nombre “A mí no me hace ni puta gracia”, se ha saldado con 300 arrestos en diferentes localidades del territorio nacional. A los detenidos se les acusa de distribución dolosa de memes, chascarrillos y gracietas.
La sede de la publicación digital “Más falso que un Judas”, ubicada en un lujoso chalé de la urbanización de Gormaig, se vio sorprendida en la noche del pasado miércoles por la irrupción de una veintena de agentes de la Guardia Civil. En el transcurso de esta intervención fueron detenidos los tres únicos redactores presentes y la Benemérita se incautó de una importante cantidad de material humorístico ilegal: una máquina de hacer memes, una colección completa de “El Jueves” para copiarse chistes y media tonelada de chascarrillos a medio terminar.
Los tres arrestados fueron inmediatamente conducidos ante el juez de guardia, que decretó su inmediato ingreso en prisión, bajo la acusación de “elaboración y difusión de gracietas irresponsables”. Hay que subrayar que esta gran operación policial se ha desarrollado en toda España y gracias al efecto sorpresa ha conseguido desarticular una docena de revistas digitales, un grupo de fabricantes de tuits graciosos y una veintena de chats dedicados a hacer risas sobre el Rey Felipe VI. El comandante Alberto Arensibia, responsable de esta unidad de operaciones especiales, ha afirmado en declaraciones a las agencias de prensa que “a estos graciosillos les vamos a quitar pronto la tontería”.
A pesar de las detenciones de nuestros queridos compañeros, “Más falso que un Judas” seguirá manteniendo su compromiso semanal con los lectores. Desde la clandestinidad, esta publicación seguirá en la brecha y ofrecerá su tradicional chiste del viernes hasta que caiga el último de sus redactores.