Los graves sucesos vividos durante la procesión de Els Xiulitets han provocado la inmediata reacción del Ayuntamiento de Alcoy. Tras la caída de la imagen de la Virgen, la corporación ha encargado a la Universidad Politécnica la redacción de un plan especial de seguridad para estos eventos, con el fin de garantizar la integridad de las esculturas y del público asistente.
Según ha podido averiguar “Más falso que un Judas”, se barajan tres líneas principales de acción. En primer lugar, se estudia envolver las imágenes con trajes protectores de algún material blando para evitar daños. Esta propuesta ha recibido duras críticas de sectores que han señalado que “en vez de estar adorando a un santo, parecería que estamos adorando al muñeco de Michelín”. La segunda idea apunta al establecimiento de un límite de velocidad para todos los desfiles procesionales, estableciéndose fuertes multas para aquellos que lo superen y planteándose, incluso, la retirada del carnet de costalero para los casos más flagrantes. Finalmente, se está barajando la posibilidad de colocar balas de paja de las carreras de motos en los puntos más peligrosos del recorrido.
Desde la concejalía de Fiestas se ha querido restar importancia al incidente del Domingo de Pascua, señalándose que “menos mal que pasó en la procesión de El Xiulitets, si la caída se produce con la imagen ecuestre de San Jorge en la procesión general, estaríamos hablando de una auténtica masacre”. Asimismo, la concejalía de Turismo subrayó que no hay mal que por bien no venga, ya que la caída ha supuesto un importante empujón a la difusión del nombre de Alcoy, afirmándose que “hemos conseguido salir en todos los telediarios y eso no pasaba desde que la ciudad se vio arrasada por los brotes de legionela”.