La habilidad negociadora del Ayuntamiento de Alcoy ha dado sus frutos. La corporación ha llegado a un acuerdo con el Consell para que el presidente de la Generalitat esté presente en las próximas Fiestas de Moros y Cristianos, pero vestido de incógnito. Se intenta evitar así, que se repitan los incidentes vividos durante la última visita de Fabra a la ciudad con motivo de la inauguración del puente Viaducto-Zona Norte.
La visita presidencial se verá rodeada de un detallado plan de seguridad, que se ha bautizado con el nombre de “Operación Mumerota”. Fabra asistirá a las Entradas sentado en una silla de tercera fila en el tramo de País Valencià y durante el desfile, el Ayuntamiento lo mantendrá perfectamente pertrechado de cervezas frescas, coca colas y bolsas de ganchitos de queso. El presidente pernoctará en un piso franco ubicado en el centro y durante la Nit de l’Olla el concejal de Fiestas le llevará un tupperware con una ración del emblemático plato alcoyano, acompañada de un barralet de café y de un radiocassette con cintas de marchas moras para que se ambiente.
Se ha descartado totalmente la presencia de Fabra disfrazado en la tribuna de autoridades. Aunque inicialmente se pensó en que se hiciera pasar por un representante de touroperador kazajo, finalmente se desechó la idea ante el temor de que fuera reconocido.
La visita del dirigente autonómico terminará con una despedida oficial del alcalde, que se celebrará posiblemente en un callejón del polígono de Cotes Baixes a altas horas de la madrugada del Día de San Jorge, una vez finalizada la Retreta.