Más Falso que un Judas ha querido saber de primera mano qué cambios ha experimentado nuestro entorno natural tras las semanas de confinamiento y puesto que no conviene desplazarse al lugar de los hechos, tomado literalmente por runners y paseantes, nos hemos dado cita en una céntrica terraza de Alcoy (que no vamos a citar por no querer esponsorizar el artículo) con uno de los agentes medio-ambientales que suele patrullar la zona y que ha preferido no dar su nombre aunque a poco que le hemos preguntado ha dicho llamarse Tomás Turbado.
Aunque hemos llegado casi una hora tarde a la cita Tomás Turbado se ha mantenido impasible y nada más saludarnos nos ha mostrado varias fotografías, una de ellas la que ilustra el artículo, en la que se muestra el impresionante aspecto que ofrece el Barranc del Cint tras siete semanas de confinamiento. ‘La naturaleza está respirando’ – dice el agente arrastrando las palabras – ‘se nota la tranquilidad por lo de bonico que está todo’.
‘Todo ha cambiado los cielos se ven más limpios, sin los aviones; las lluvias abundantes han hecho crecer las fuentes. ¡Hay agua por todas partes! Hasta han crecido secuoyas y baobabs. ¿Y las flores? El fuerte aroma de las flores y sus colores brillantes, luminosos…’ ha declarado un tanto ausente el agente medioambiental, mientras esta reportera percibía en el ambiente un fuerte olor a ginebra.
‘Hace unos días me encontré a quince metros a un animal tan esquivo como el velociraptor; me miró, y siguió jugando con los restos de un cazador, cuando lo normal es que sea visto y no visto si percibe la presencia humana” ha concluido abruptamente el segundos antes de caerse de la silla y abrirse una brecha en la fuente el Señor Turbado.
POSDATA.- Con posterioridad a la publicación de este artículo se recibió una llamada en nuestra redacción del señor Turbado que, por cierto, se estaba recuperando satisfactoriamente diciendo que, debido a los gin-tonics, consumidos durante la espera es posible que confundiera las fotos del Barranc del Cint, con otras de un viaje que hizo al Parque Nacional de Yosemite y que las llevaba encima para enseñárselas a una amiga.