La transparencia administrativa, llevada a sus últimas consecuencias, está teniendo efectos inesperados y sorprendentes en el Ayuntamiento de Alcoy. Los 12 concejales del grupo de gobierno se han disuelto en el éter después de que la corporación haya ganado su 14 premio a la administración más transparente de España. Los ediles se han transformado en seres de luz, absolutamente incorpóreos, y comunicarse con ellos es un proceso altamente complicado. Mientras parapsicólogos de todo el mundo buscan una solución, las sesiones plenarias se celebran mediante el sistema de la ouija y se estudia la posibilidad de contratar un médium para los actos oficiales externos del alcalde.
Fuentes municipales han señalado a “Más falso que un Judas” que el proceso de disolución del gobierno municipal se empezó a detectar el pasado mes de febrero, cuando recibió el Premio a la Transparencia que otorga el cabildo insular de Lanzarote. “Conforme iban recibiendo nuevos galardones, los ediles iban perdiendo resolución y se podía ver a través de sus figuras”. Todo acabó con la desaparición física de los doce ediles. Según señaló un concejal de la oposición, “no los vemos, pero cuando están cerca notamos un brusco descenso de las temperaturas; es un frío aterrador que nos pone los pelos de punta”. Asimismo, también se han captado algunas psicofonías en el salón de plenos, eran voces como de ultratumba, que anunciaban grandes inversiones para el tren Alcoy-Xàtiva.
Hay que señalar finalmente, que desde el PP se ha planteado la posibilidad de presentar una moción de censura, alegando falta de asistencia del gobierno municipal. Asesores legales del Ayuntamiento han descartado esta propuesta al considerar que las sesiones de ouija son una prueba rotunda de la existencia de un gobierno municipal en otra dimensión.