La operación policial llevada a cabo hace unos días contra la trama que presuntamente recibía comisiones a cambio de contratos públicos y en la que se han visto involucrados numerosos cargos municipales y regionales populares de la Comunidad, ha encendido todas las alarmas y ha provocado la activación del protocolo de emergencia DEFCON 2 en el Partido Popular.
A consecuencia de la activación de dicho protocolo y con la finalidad de evitar que la epidemia se propague entre el común de los afiliados valencianos, el Comité Ejecutivo del PP ha organizado un operativo de evacuación, bautizado con el nombre en clave de ‘Maricó l’últim’, en el que han participado efectivos de los tres ejércitos y miembros de Protección Civil bajo el auspicio de Santa Rita de Casia.
Cientos de cargos electos, no electos, asesores, colaboradores y simpatizantes que aún no han sido imputados por corrupción han sido evacuados en helicópteros y aviones de la Armada desde las distintas sedes populares de la Comunidad y reubicados en campamentos situados en la capital del reino.
En los campamentos, cuya ubicación no ha trascendido (tampoco si los constructores han abonado el preceptivo 3% de comisión) miembros de la OMS verifican el estado de salud de los evacuados, y funcionarios judiciales comprueban que se hallan totalmente limpios de imputaciones y sospechas.
Tras estos trámites del todo necesarios los refugiados recibirán – según fuentes del propio Partido Popular – un tratamiento intensivo con Queledenato y posteriormente recibirán formación para evitar futuros contagios. No ha quedado del todo claro si la formación será para evitar la tentación de la corrupción o si será para aprender a disimularla con mayor eficiencia que la mostrada por sus antecesores.