El Vaticano inició la pasada semana el proceso de beatificación de dos diputados autonómicos del PP valenciano que no están imputados en ningún caso de corrupción. Se trata de dos parlamentarios atípicos y ejemplares, que nunca se habían entrevistado con ningún dirigente de Gurtel y que se creían que el Bigotes era un personaje de dibujos animados.
Secundino Bonchaval y Ramón Bleda se han convertido en un ejemplo para sus compañeros de partido y el propio presidente Fabra ha elogiado sus figuras durante una cena homenaje. Estos dos diputados valencianos del PP llevaban una vida absolutamente normal , sin que nadie las haya podido relacionar con ningún caso de corrupción. Acudían a las Cortes en Metro, comían en restaurantes familiares de menú , pasaban sus vacaciones veraniegas en Daimuz, sin que se les conozca ninguna aventura en ningún yate y se compraban los trajes en una tienda de su pueblo denominada ”Tejidos Barcelona”. Secundino y Ramón vivían de sus sueldos y realizaban tareas internas en el partido, sin destacar en ningún momento de sus carreras políticas.
Fuentes de la dirección del PP valenciano han señalado que la existencia de estos dos diputados “puede considerarse un auténtico milagro, ya que sus nombres no aparecen mencionados en ninguno de los numerosos sumarios judiciales que tiene abiertos el partido”. Esta situación ha provocado el inmediato inicio del proceso de beatificación, que podría consumarse durante el próximo mes de septiembre. A la ceremonia, que se celebrará en Roma, tienen prevista su asistencia la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el presidente Fabra y numerosos militantes populares. María Dolores de Cospedal ha disculpado su presencia, señalando que no puede acudir a los actos porque tiene en el taller de reparaciones su colección de mantillas españolas.