El pasado jueves los vecinos más madrugadores del barrio de Corea despertaron con la desagradable experiencia de ver sus calles invadidas por un nutrido contingente de efectivos pertenecientes a las 22ª Unidad Expedicionaria de Marines de los Estados Unidos que estaba llevando a cabo una ocupación en toda regla de la conocida calle de Doña Amalia.
Según relata Ximo Ginoll, residente del barrio desde su construcción: ‘Jo em vaig alçar a pixar com cada matí, ja sabeu coses de la pròstata, quan vaig sentir un esclafit fort però vaig pensar que era el camió de la brossa. Per res del món m’haguera imaginat que estaven envaint-nos’. Consuelín Matarredona, vecina de un inmueble de Els Maulets, ha declarado por su parte: ‘Yo me asome a la ventana y al ver tanta bandera y tanto traje militar pensé que era un mitin de VOX, pero luego al ver que estaba lleno de hispanos y soldados de color negro vi que la cosa no iba por ahí’.
A partir de las 7 de la mañana se recibieron más de 700 llamadas en el 112; pero para cuando las fuerzas de seguridad locales acudieron al lugar de los hechos los invasores ya habían desaparecido a bordo de sus helicópteros dejando un fuerte olor a napalm en la mañana.
Aunque se ha especulado mucho sobre los motivos de la invasión, al cierre de esta edición siguen sin aclararse. Hay quien dice que los marines confundieron con armamento nuclear de última generación un fuerte contingente de pólvora que dos festers del barrio que atienden a los nombres de ‘Caballo loco’ y ‘Trompaeta’ guardaban en un porche, por si las restricciones de la pólvora en el disparo van en aumento. Aunque todo apunta a que se trata de la última metedura de pata de Donald Trump que confundió Corea de Alcoy, situada en la península ibérica, con Corea del Norte situada en la península del mismo nombre.