El cantante Miguel Bosé ha desvelado una oscura operación de ingeniería social, que tiene como canal principal a la más emblemática de las tapas alcoyanas: los abisinios. El intérprete de “Amante bandido” ha afirmado que el alcalde, Toni Francés, es un auténtico genio del mal, que lleva cuatro años colocando chips de control en los huevos duros rebozados que se consumen en la ciudad. Esta circunstancia explicaría las sucesivas victorias del dirigente socialista y los desastres electorales cosechados por partidos de derechas y de izquierdas.
Bosé conecta directamente a Francés con la banda de Bill Gates. Según explica el cantante, ambos villanos se reunieron hace 5 años en secreto en la Venta Margarida, en el transcurso de una comida en la que fijaron su estrategia para controlar mentalmente a todos los alcoyanos. Aunque en un principio pensaron colocar los chips en las coquetes fregides, finalmente descartaron esta opción, al considerar que el consumo de abisinios es mucho más elevado y que a través de él se podrían conseguir muchos más adeptos. Fuentes bien informadas señalaron que esta reunión en la popular venta asistieron también el cantante Enrique Bunbury y el periodista Iker Jiménez. Aunque no hay constancia gráfica, se señala que a la hora del café acudió el Cardenal Cañizares, acompañado del arquitecto que ha diseñado el edificio construido junto a San Roque.
No es ésta la primera ocasión en la que se le atribuyen al alcalde de Alcoy conexiones con siniestras redes internacionales de control mental. La Sociedad de Estudios Bizarros de Alcoy (la SEBA) ya relacionó en su día el proyecto Smart City con un plan para dominar el mundo, que se iniciaba en Alcoy y que después se extendería a toda la provincia. Según esta versión de los hechos, el espacio Ágora –ubicado en el mercado de San Mateo- es la sede oficial de esta secta y la mejor prueba de ello es que organiza actividades con enrevesados nombres en inglés del tipo coworking, que resultan totalmente incomprensibles para las personas normales.