El espectáculo está en los escenarios y en las salas, pero también está en la calle. Alcoy cambia de cara durante la celebración de la Mostra de Teatre. Los actores se mezclan con la gente hasta crear un paisaje urbano singular, que se ha convertido en marca de la casa de un certamen que este año ha cumplido sus 28 ediciones. Paco Grau se da un paseo fotográfico por ese efímero universo que rebosa vida y creatividad.
A punto de cumplir sus primeros treinta años de existencia, la Mostra de Teatre de Alcoy es, además de un importante evento cultural, un acontecimiento social que marca el calendario de esta ciudad cada primavera. Desde sus inicios, el certamen se ha marcado como objetivo trasladar a la calle parte del pulso teatral que late durante unos días en los escenarios. La ciudad respira teatro y la mejor manera de convertir en realidad esta metáfora es romper las fronteras imaginarias que separan a los actores del público.
Durante unos días, Alcoy se convierte en la capital teatral de la Comunitat Valenciana. Las compañías estrenan sus últimos montajes, los programadores recogen ideas y los gestores de las empresas teatrales intercambian experiencias y debaten estrategias de futuro. Hay que señalar, sin embargo, que este gran encuentro estaría incompleto sin la participación de los ciudadanos, que tras 28 años han conseguido hacer suyo el certamen y darle a la Mostra el aire que se le da en esta ciudad a las ocasiones especiales. Son fechas atípicas en las que se rompe la rutina cotidiana y en los que los alcoyanos demuestran su pasión por el teatro.