Es como un deprimente catálogo de arte repartido por todos los rincones del casco histórico de Alcoy. Decenas y decenas de solares vacíos mantienen presente el impacto visual de la ruina para cualquier paseante con la mente curiosa. Con el paso de los años, el espacio que ocupaban las casas antiguas -víctimas del derrumbe o de la piqueta- ha acabado por generar una estética propia de colores y de formas. Paco Grau se ha sumergido con su cámara en este particular territorio y ha recogido una colección de imágenes inquietantes, que nos hablan de destrucción y de abandono.
En algunos solares es cómo si la vida se hubiera parado de repente y hasta se puede apreciar en las paredes una versión unidimensional de la antigua distribución de las habitaciones de la antigua vivienda. hoy desaparecida. Entre los cascotes y las basuras todavía sobreviven objetos cotidianos, que nos dicen que en un día no muy lejano en esas casas vivió gente como nosotros. En otros rincones, el paso del tiempo ha ido difuminando poco a poco cualquier resto del pasado y la maleza y las basuras han acabado dotar a la zona de un aspecto salvaje y amenazador
Paseando por las calles del centro de Alcoy, resulta inevitable toparse con estos singulares espacios en blanco, hijos de la miseria urbanística, de la falta de planificación política y del desinterés de la ciudadanía hacia su casco antiguo. Es un viaje instructivo por la historia reciente del corazón de una ciudad que ha despreciado sistemáticamente su patrimonio arquitectónico. Es una tierra de nadie en la que han quedado marcadas para siempre las huellas de las gotas frías y de los temporales más violentos. Aunque a primera vista nos puedan parecer todos iguales, cada solar vacío nos cuenta una historia, nos trae unos recuerdos y nos enfrenta con una realidad que se fue para no volver nunca. Calles como San Francisco, se han convertido en un involuntario frente de guerra en el que estas zonas muertas amenazan con ganarles la batalla a las casas que todavía acogen vecinos y comercios. Desastres como el de la zona del Partidor, en la que han desaparecido calles enteras, nos recuerdan que la destrucción y los escombros tienen un inmenso poder y pueden imponerse en una contundente victoria hasta acabar borrando cualquier asomo de vida de todo un barrio.
Paco Grau se ha metido de lleno en este universo hostil. Este fotógrafo alcoyano vuelve a hacer uno de esos ejercicios que le han convertido en un maestro del oficio. Su cámara captura los elementos más cotidianos e ignorados de nuestro paisaje y los convierte en una potente imagen cargada de significados y de mensajes que debe interpretar el espectador. Paco Grau transforma la triste sucesión de solares vacíos del casco histórico de Alcoy en un impactante catálogo de bodegones imposibles. Es la estética de la ruina y nadie puede quedarse ajeno a ella.
