En España hay 350.000 establecimientos hosteleros, lo que dividido por los habitantes del país, arroja una media de un bar por cada 132 personas. Contrariamente a lo que se pudiera pensar Alcoy no encabeza la lista. Aunque probablemente ocupe un lugar destacado en la clasificación.

A los alcoyanos nos gustan los bares. Suponen diversión, alegría el mejor lugar para desconectar y el hábitat natural del camarero. Ese personaje singular con más paciencia que el santo Job que tiene tanto de médico como de psicólogo y a quien la mayoría de nosotros dejaría sin dudarlo las llaves de su casa.

Por desgracia estos establecimientos que diariamente nos abren las puertas, como los brazos un buen amigo, también han sido golpeados con saña por la crisis. Entre 2008 y 2012 más de 50.000 bares se han visto obligados a cerrar sus puertas. Uno de estos bares no sabemos si a causa de esta crisis, o de la anterior (vivimos instalados en un crisis permanente) fue el Bar Stop.

La especialidad de este establecimiento, situado en la calle Sant Jaume, no eran las tapas, ni la decoración, ni su distinguida clientela. Su singularidad radicaba en el subtitulo que aparecía en el cartel luminoso anunciando ‘Tres con las tuyas’. ¿Qué cosa eran? ¿Un pájaro? ¿Un avión? ¿La gallina?

Aunque probablemente nunca se desvele el enigma (o si) vamos a aventurar dos teorías plausibles. La primera supone que la incógnita hacia referencia a las casas o viviendas habituales de los parroquianos. Una, el hogar familiar. Dos la casa de la amante y/o querida. Y tres, el propio bar (2 tuyas + 1 = 3).

La otra supone que el propietario padecía monorquidia (la falta de un testículo) de ahí que la suma de las suyas (su pelota) con las tuyas (supuestamente dos) diera como resultado tres. Un serio asunto semejante a esa otra operación testicular (21+22+23 = 69, sempre) de la que hablaremos en otra ocasión.