La Diputación de Alicante planteó en el año 1969 la construcción de un túnel para evitar el puerto de la Carrasqueta. El ente provincial, presidido entonces por el ex alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza, decidió que sería una infraestructura de peaje, proponiendo el pago de 12 pesetas por trayecto. El túnel arrancaba desde la zona de La Sarga y terminaba en las cercanías de Xixona.
El proyecto se abandonó, pero resucitó 20 años después de la mano de uno de los personajes más singulares de la política valenciana: Rafael Blasco, que entonces ejercía de conseller de Obras Públicas con un gobierno socialista. La obra se enterró definitivamente cuando se decidió que la autovía central discurriría por la Foia de Castalla. La carrera política de Blasco siguió viento en popa y tras su expulsión del PSOE por corrupción, pasó al PP en donde ocupó varias consellerias, siendo finalmente apartado también por corrupción.
Datos obtenidos del reportaje «Sólo fueron sueños», publicado por el periodista Mario Candela en el diario Información
Yo añadiría que el ex consejero R. blanco esta actualmente condenado y en la carcel