La semana alcoyana viene marcada por una noticia política y por el imparable inicio del ciclo festero. La marcha de concejal de EU Jordi Tormo le añade un poco más de follón a nuestro enfollonado Ayuntamiento. En la crónica de los últimos siete días, una referencia preocupante al primer cincuentenario de la polémica sobre las Fiestas en fin de semana.
Irreconocible
Cuando acabe esta extraña legislatura municipal tendremos un salón de plenos irreconocible, que apenas sí se parecerá al que salió de las últimas elecciones. La política alcoyana ha abandonado su tradicional estabilidad y transita por los caminos de la sorpresa permanente. Todos los partidos se han visto afectados por este Baile de San Vito. Empezó el PSOE, sacrificando a su número tres, Majo Pallarés, en el altar del pacto con el Bloc, provocando la renuncia de la concejala de Cultura in pectore, que pasó primero a asesora y que acabó finalmente alejándose del Ayuntamiento. En ese terremoto permanente tuvo un papel protagonista el PP, que ha montado su propia película: marcha de Rafa Sanus y pase de tres concejales (incluido un ex alcalde) a un grupo mixto de tránsfugas especializado en atacar sin piedad a sus ex compañeros populares. La fuga más sonada fue la de Rafa Carbonell, que pasó en un día de ser la gran esperanza blanca del nacionalismo alcoyano al abandono de la política activa. El conjunto se ha completado esta semana con la marcha de Jordi Tormo, que deja a EU sin la gran estrella de su cartel electoral y que priva a la política municipal de uno de sus personajes con mejor imagen. Aunque para todos estos cambios (en total son siete) hay explicaciones más o menos confesables, lo cierto es que al final han acabado por desorientar a la opinión pública, haciendo que la primera administración de la ciudad se vea rodeada de una fea sensación de informalidad y de un ambiente decepcionante de falta de compromiso.
Renuncia
Empieza el reparto de la pólvora para el Alardo. Aunque todo el mundo se empeña en defender el actual formato de esta pieza festera, crece el sentimiento de que Alcoy (sus autoridades políticas y sus autoridades festeras) ha renunciado a uno de los elementos más distintivos y destacados de su patrimonio cultural. La versión mini del disparo deja coja la Trilogía y jibariza un espectáculo incomparable del que los alcoyanos podíamos presumir con toda la razón del mundo. La amputación se ha producido en medio de la más absoluta indiferencia de los festeros y del público en general. Nadie, absolutamente nadie, parece interesado en hacer las gestiones y las presiones necesarias para evitar que las nuevas normativas legales acaben con la magnífica estampa de la batalla de arcabucería. La Fiesta alcoyana camina imparable hacia el monocultivo de las Entradas.
Amigos y residentes en Alicante
Con amigos como los del patronato provincial de turismo Costa Blanca, Alcoy no necesita enemigos. Radio Alcoy informa de que el organismo dependiente de la Diputación Provincial de Alicante impulsa un plan promocional para el puente del Primero de Mayo y deja a nuestras Fiestas de Moros y Cristianos fuera de su oferta para captar visitantes. Se habla oficialmente de despiste, pero la realidad es la de siempre: vivimos en las tierras del sol y playa y para nuestras autoridades provinciales lo del turismo de interior es un puro camelo, que sólo se utiliza para dar discursos cuando vienen a buscar votos a los pueblos de la comarca.
Los Beatles llegan a Estados Unidos
Magnífico reportaje retrospectivo en el diario Información de Alcoy. Corría el año 1964, los Beatles iniciaban su primera gira triunfal por los Estados Unidos y arrasaban en todas las listas del mundo con el maravilloso «I Want to Hold Your Hand» (no se sabe qué tiene esta canción, pero lo cierto es que lleva 50 años enganchando a la gente). Mientras tanto, la directiva de la Asociación de San Jorge reivindicaba en la Revista de Fiestas de ese año la celebración de la Trilogía Festera durante los fines de semana, al entender que celebrarlas en días laborables era “un menoscabo en su esplendor y grandiosidad no sólo en su parte espectacular, sino en la devoción a San Jorge”, señalando además que el mantenimiento de las fechas tradicionales generaba graves problemas organizativos. Los cuatro de Liverpool alcanzaron el éxito, los mandamases del Casal ni lo olieron. Ha pasado medio siglo; se murió Franco, llegó la democracia, disfrutamos de la tele en color y del vídeo Beta, entramos en el Mercado Común, pasaron de moda los pantalones de campana y hasta se inventó el internet. Ha pasado medio siglo y en Alcoy, inasequibles al desaliento, seguimos en las mismas: anclados en el eterno debate sobre el traslado de las fechas festeras al fin de semana. Hay cosas que nunca cambian, nuestras polémicas inútiles son sólidas como el granito y resisten el paso del tiempo como las calzadas romanas o las pirámides de Egipto.
Boato gore
El boato gore de la capitanía mora de San Vicente del Raspeig ha provocado una fuerte polémica festera, en la que se ha abierto el debate sobre dónde deben colocarse los límites del buen gusto. Una carroza que recreaba un poblado caníbal, vísceras, una mujer empalada y unos figurantes que simulaban comer carne humana con trozos de plástico chorreantes de líquido de color rojo formaban esta siniestra coreografía, que ha motivado una queja oficial del PSOE de la localidad. Al lado de esta sangrienta peli de “sang i fetge”, el denostado séquito alcoyano de las moras con burka, que provocó un escándalo nacional el año pasado, es una metedura de pata menor y sin apenas importancia. Una pregunta sin respuesta: ¿se encarga alguien de controlar la corrección política de los desfiles festeros, hay algún tipo de autoridad filtrando la aparición de espectáculos que pueden resultar ofensivos o bien se deja todo a la buena de Dios?.
Fundido a negro
Tras un cuarto de siglo de retransmisiones, éstas van a ser las primeras Fiestas sin Canal 9. Televisiones locales e internet se disputan el pedazo de tarta que ha dejado libre la televisión autonómica fundida a negro por obra y gracia del Consell. Va a ser inevitable echar de menos el despliegue de medios que hacía RTVV con las Entradas de Moros y Cristianos; unas emisiones que crearon escuela y que nos sorprendieron con ángulos inéditos de los desfiles. Las principales víctimas de esta situación son las personas de edad avanzada o los enfermos que veían los actos en sus casas a través de la tele. De forma excepcional y durante unos días, la extinta televisión de los valencianos funcionaba como un servicio público. El resto del año, ya saben lo que era: un carísimo e infame dispositivo de propaganda política.
Nostalgia
Yo vi a Gabinete Caligari tocando en la Glorieta en las Nits de Festa de los años ochenta. Grupos destacados del pop nacional y de la Movida madrileña pasaban por la ciudad, protagonizando multitudinarios conciertos promovidos desde el Ayuntamiento. Con el paso del tiempo, aquella oferta alternativa al programa oficial se ha convertido en historia. Nadie sabe exactamente las causas de que en Alcoy se haya suprimido un ciclo de actividades lúdicas que sobrevive sin ningún problema en otras localidades cercanas.