Estamos ante un cambio de fisonomía alarmante. Después de llevar cuatro años entre el cierre y los servicios mínimos y ante la falta de explicaciones claras sobre las causas de esta extraña situación, al Teatro Principal de Alcoy se le está poniendo una cara de Teatro Circo que tumba de espaldas y que hace que surjan serias dudas sobre el futuro de este emblemático espacio cultural.
Para los más jóvenes, conviene recordar que el Teatro Circo era un bellísimo recinto escénico, que a finales del pasado siglo se vio envuelto en una sucesión de hechos anómalos como los que ahora afectan al Principal y que al final, acabó convertido en un bloque de pisos sin que nadie diera una explicación creíble sobre aquella singular operación de birlibirloque urbanístico: se anuncia una ambiciosa reforma de un teatro, se inician los trabajos y una buena mañana, sin previo aviso, empieza su demolición.
Aunque, de momento, no se espera la llegada de la piqueta; lo cierto es que la situación de Principal empieza a tener muy mala cara. Los problemas empezaron hace cuatro años, cuando de golpe y porrazo se decidió no renovar el convenio con La Dependent, la compañía que gestionó con eficiencia y profesionalidad este espacio escénico durante doce años. El teatro, además de albergar el Tirisiti, hacía una atractiva oferta de espectáculos, con la que se complementaba con contenidos alternativos la programación más comercial del Calderón. Aquel traumático final de contrato supuso un duro golpe para la economía de un grupo teatral que es uno de los escasísimos representantes vivos y activos de la industria cultural alcoyana. Las explicaciones fueron poco convincentes y revelaban (como mínimo) una falta total de previsión por parte del Ayuntamiento, propietario y último responsable del teatro. Se habló entonces de que la concesión se había tenido que suspender por un cambio en la ley de contrataciones, pero lo único cierto es que han pasado cuatro años y el Principal sigue sin gestor.
Como en el caso del Teatro Circo, la inexplicable situación del Principal se ve rodeada por unos argumentos oficiales muy endebles, que suenan siempre a excusas para salir del paso. Alcoy es una ciudad que ha apostado claramente por la cultura como elemento de recuperación económica y de atracción del turismo, ha desbloqueado proyectos estratégicos como el CADA y ha sido distinguida durante un año con la Capitalidad Cultural Valenciana. Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, mantener cerrado un teatro durante cuatro años es un lujo que no nos debíamos de haber permitido y más, sin que exista una justificación clara para esta decisión.
Mientras el Ayuntamiento de Alcoy reitera públicamente por tierra mar y aire su compromiso con el Principal y su voluntad de recuperar el teatro, la triste realidad de los hechos nos dice que esta infraestructura cultural ha dejado de ser un asunto prioritario para una Administración municipal que parece que con el Calderón ya va servida. Durante cuatro años ha habido tiempo suficiente para recuperar este espacio cultural. El abandono al que se ha visto sometido este recinto hace crecer la sospecha de que aquí hay gato encerrado y los que vimos caer el Teatro Circo delante de nuestras narices empezamos a temernos lo peor: que esta ciudad esté a punto de cometer una de esas tropelías urbanísticas y culturales que tanta “fama” le han dado y que tan arrasado han dejado nuestro patrimonio.
Una muestra más de la lamentable gestión que la actual corporación municipal está haciendo del mandato de los ciudadanos, enterrando piedra a piedra a esta ciudad en una sima sin final.
La falta de una estrategia clara (o simplemente una estrategia) para Alcoy está patente en cada decisión que se toma desde su Ayuntamiento, y lo más lamentable es ver como un gobierno, supuestamente de izquierdas, vende cachito a cachito los activos de un pueblo otrora «faro de Occidente» al menos en el País Valencia. No debe de extrañarnos pues que el número de habitantes decaiga, que grandes cadenas comerciales desaparezcan de Alcoy, dejando su espacio a otras «low cost» en el mejor de los casos, que se renueven de manera sospechosa las concesiones de recogida de basuras y gestión del agua, que «el hospital se muere», que la mayor parte del centro de Alcoy parezca Mariupol después de los bombardeos…!!se mueren tantas cosas día a día en esta ciudad!! o mejor dicho, son empujadas a la muerte por parte de unos gobernantes municipales que no merecen el cargo que ocupan, ni la responsabilidad que detentan…les viene grande, pero eso sí, nuestro alcalde, en lugar de hacer grande nuestra ciudad, o al menos de luchar para que no se empequeñezca, se dedica a medrar dentro de su partido para seguir subiendo en el escalafón, a ver si entre todos lo sientan en un sillón de Les Corts, y pasa otros 4 años (al menos) tranquilito y sin hacer nada, que es lo mejor que sabe hacer…