Con permiso de mi admirado Javier Llopis, quien siempre realiza unos acertadísimos análisis políticos en esta publicación, quiero compartir con vosotros las reflexiones a las que me llevan las próximas elecciones municipales.

No soy ni afiliado ni simpatizante de ningún partido político (siento desmontar las teorías paranoides que algunos tuvieron tras la lectura de mi artículo acerca de la Asociación de San Jorge). Por lo tanto, no tengo mi voto “secuestrado” por siglas algunas, soy libre de votar a quien me dé la gana en los próximos comicios. En general, la gente que nos encontramos en esta situación solemos decantarnos por una agrupación política u otra en función de su alcaldable. Es decir, votamos a una persona más que al partido al que representan. Y tengo la sensación que, entre el abanico de candidatos que se nos ofrecen, no hay nada “en trellat”. Veamos:

a)      En representación del PSOE… ¡Toni Francés! El actual alcalde, aunque eso sucediese gracias a una absoluta falta de vergüenza personal. Me explico. En las últimas elecciones llevó a su partido a obtener los peores resultados de su historia, motivo que sería más que suficiente para haber presentado la dimisión inmediata e irrevocable al día siguiente del sufragio. Sin embargo, haciendo una serie de piruetas políticas, nos vendió que el pueblo de Alcoy quería que gobernase la izquierda y sumando los votos de todos los partidos con representación, se hizo con la vara de mando. A partir de ahí, no puede decir que lo haya hecho mal, pero tampoco que lo haya hecho bien. Simplemente, creo que ha hecho muy poco. ¿No ha podido? ¿No le han dejado? No lo sé. Ahora bien, tengo que reconocerle un mérito en su haber: la importante reducción del déficit (¡ojo con esto! En una nueva pirueta dialéctica nos lo quieren vender como superávit, pero yo, como Media Markt, no soy tonto…). Por otra parte, su falta absoluta de carisma personal, y la tibieza que ha mostrado en temas tan trascendentales para Alcoy como es el de la Canal, me llevan a descartar esta opción. Pasemos a la siguiente.

b)      En representación del PP… ¡Rafa Miró! ¿Qué queréis que os diga? Utilizaré una expresión castiza para deciros el sentimiento que me suscita: “ni chicha ni limoná”. Como líder, no me dice nada. No me parece un cabeza de cartel para nada carismático, apenas ha aparecido como líder de la oposición. Y, por lo que respecta al propio partido, no me parece que esté en sus mejores momentos. Si a nivel nacional y autonómico, representan el templo de la corrupción, a nivel local, la fuga de afiliados que están sufriendo me los presentan como una organización desorganizada. Opción descartada, pues. Veamos otro más.

c)      En representación de Compromís… ¡David Abad! Da imagen de ser una buena persona, y me parece que no lo hizo mal en la concejalía de Hacienda. Pero, en lo que a carisma se refiere, está a años luz de Rafa Carbonell o de Paco Blay. Compromís fue mi apuesta en el sufragio de hace cuatro años, pero la espantada que dieron al primer revés que tuvieron como socios de gobierno, me dejó muy desencantado. Yo buscaba una alternativa a los dos partidos mayoritarios, y me encontré con un partido que actuó con una pataleta de niño pequeño. Como, además, no tengo ese sentimiento nacionalista valenciano del que ellos hacen bandera, quedan descartados para mí como opción de voto. Que pase el siguiente.

d)     En representación de EU… ¡Estefanía Blanes! Sí. Ya sé que ésta es la candidata de “Guanyem Alcoi”, pero… ¿a quién pretenden engañar? Lo cierto es que EU se ha dado cuenta de que está condenada a la desaparición en corto plazo, y antes de convertirse en un dinosaurio, ha querido ser un camaleón. Vamos, que se ha camuflado bajo otro nombre. Pero son las mismas personas, con las mismas ideas. Así que solamente por eso, ya no merecen que les tenga en cuenta. A Estefanía no la conozco, no sé qué capacidad puede tener. Descartada, por lo tanto.

e)      En representación de UPyD… ¡David Sabido! Estos no consiguieron representantes en el consistorio local ni cuando su partido tenía más credibilidad, así que ahora lo tienen crudo. Otro futuro dinosaurio, destinado a pasar a la historia en breve. Y de su líder lo único que sé es que, de tanto en tanto, aparece en algún medio de comunicación despotricando contra todo y todos. No me parece una opción viable. Habrá que seguir mirando.

f)       En representación de Podemos… ¡no tengo ni idea! De hecho, ni siquiera sé si esta formación se presenta como tal en los comicios locales, o si van bajo otro nombre, o qué pasa con ellos. Tanta ambigüedad me confunde. A nivel nacional puede que consigan una amplia representación gracias al tirón de su líder y fundador, pero en nuestra ciudad no han sabido ni siquiera darse a conocer con solvencia. Lo siento, pero si ésta es la opción que ha de representar el cambio, tampoco me parece una opción útil a nivel local. Y se me terminan los candidatos…

g)      Y, por último, en representación de Ciudadanos… ¡Jorge Sedano! El omnipresente, el omnipotente, pero también el prepotente Jorge Sedano. Y digo lo de prepotente, porque hay que serlo para no declarar abiertamente que ha estado trabajando con la candidatura de Ciudadanos desde hace, más o menos, dos años. En lugar de eso, se destapa diciendo que no sabe qué hacer, que si la gente por la calle le pide que siga… ¡Venga ya, hombre! No me gusta nada el rol de “imprescindible” que ha asumido. Para mí, Sedano representa todo aquello que habría que cambiar en la política actual. Un hombre que ha sido alcalde de Alcoy durante dos legislaturas (su gestión, que la juzgue cada cual), abandona su partido por discrepancias con el mismo, pero no renuncia a su acta de concejal (¡qué falta de ética!) y, cuando ya ve que se le termina el vivir del dinero público, se presenta por un nuevo partido. ¡Qué apego al cargo! Eso es lo que se llama “tener el culo pegado al sillón”. Una de dos. O su anterior trabajo no le gusta nada, o se vive muy bien de la política. Eso sí, a éste carisma no le falta. Es más, él solo tiene mucho más carisma que todos los anteriores juntos, así que no dudo que vaya a poder seguir “chupando del bote” cuatro años más. Una lástima que sea él el candidato, y un error por parte de Ciudadanos el haberle consentido que sea el número 1. ¿Quería ayudar a la ciudad? ¿Por qué no se presenta el último de la lista? De no haber sido por Sedano, lo confieso, este partido se hubiera llevado mi voto.

Del resto de candidaturas, ni hablo, porque creo que no merecen la pena tenerse en consideración. Tampoco valoro el voto en blanco ni el voto nulo como algo útil, así que no sé qué hacer. Lo dicho. Tenemos un abanico de mediocridades donde elegir, por lo que nos esperan cuatro años de un gobierno mediocre, con suerte, y en el mejor de los casos. ¡Que Dios nos coja confesados!