Las referencias al montaje “Homenatge a T” llenan las páginas de la prensa catalana en la semana previa a la conmemoración del 20 aniversario de la muerte de Ovidi Montllor. Esquerra Unida se subleva contra un partido de fútbol de la selección sub 17 de Israel y el PP le paga los favores a Miguel Valor dejándolo compuesto y sin candidatura a la Alcaldía de Alicante. Rajoy se decide (¡ya era hora¡) y apunta su dedazo sobre Alberto Fabra para que opte a un segundo mandato en la Generalitat.
Destino natural
“Homentage a T” llega a su destino natural: Barcelona. El montaje de La Dependent es, sin ningún género de dudas, la propuesta más sólida que ha salido del alud de actividades que Alcoy viene dedicando a la figura de Ovidi Montllor. La presentación oficial de la obra en la Ciudad Condal, previa al estreno del día 10, lleva a esta producción alcoyana a las páginas de cultura de los grandes medios de comunicación catalanes. La combinación de textos, músicas y elementos audiovisuales convierte esta representación en un producto exportable, que pone de relieve la existencia en Alcoy de un poderoso tejido cultural de ámbito local, al que en muchas ocasiones los alcoyanos no le damos el valor que se merece. La conmemoración del 20 aniversario de su muerte convertirá a Ovidi Montllor en el personaje central de intensos programas de actividades en Barcelona y Alcoy; sus dos ciudades. Mientras tanto, la Generalitat Valenciana del PP sigue emperrada en su particular e impresentable burrera; negando la importancia real de un artista incontestable, que ya debería estar por encima de rivalidades políticas y de miopías culturales. Los disparatados argumentos del PP para rechazar cualquier tipo de homenaje a Ovidi le añaden al asunto la inevitable cuota de vergüenza que acompaña siempre a los eventos valencianos.
Bueno, bonito y barato
Como no tenemos bastante con nuestras polémicas autóctonas, nos las traemos de fuera. Esquerra Unida enseña músculo izquierdista y tensa el pacto de gobierno al intentar la suspensión de un partido de fútbol que se va a celebrar en el Collao con la participación de las selecciones nacionales sub 17 de Suecia e Israel. Esta formación política inscribe su iniciativa dentro de las acciones internacionales destinadas a boicotear al gobierno israelí por sus violentos ataques bélicos contra el pueblo palestino. Nos hallamos ante una actuación de puro lucimiento político; ante un gesto bueno, bonito y barato, con el que un determinado partido le hace un guiño a los sectores más ideologizados de su electorado. A la vista de este inesperado despliegue reivindicativo, conviene recordar que estamos ante la misma EU que mira hacia otro lado mientras su socio de gobierno le aplica una indecente amnistía judicial a los dudosos cambalaches urbanísticos de los ayuntamientos del PP que nos costarán una millonada a todos los alcoyanos y ante la misma EU que contempla sin abrir la boca como en Alcoy se organizan actos de apoyo y de solidaridad con un régimen tan “ejemplar” como el de Corea del Norte. Si nadie lo remedia, el próximo día 25 de marzo contemplaremos la imagen de los heroicos paladines de la izquierda alcoyana protestando valerosamente ante un grupo de chavales que han venido a jugar el fútbol. Y luego, se extrañan de que Podemos los esté arrasando en todas las encuestas.
El matadero de Fabra
Tras echarle mucha emoción al asunto y tras provocar situaciones del más puro ridículo, la dirección nacional del PP anuncia que Alberto Fabra será su candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana. De inmediato, surgen dos teorías. La bondadosa señala que la cúpula popular ha hecho un gesto de confianza hacia el hombre que se ha encargado de la difícil tarea de pilotar la nave autonómica tras el fiasco de Paco Camps. La teoría malévola indica que a la vista de las negras perspectivas electorales, Rajoy ha preferido mandar al matadero a este político de perfil bajo y de nulo carisma, antes que sacrificar en esta batalla perdida a algún dirigente valioso que podría dar juego en el futuro. La opinión pública valenciana queda dividida en dos grandes bandos: los que creen que a Fabra le han hecho un honor y los que creen que acaban de hacerle una putada.
Niveles de crueldad
La política es un oficio de psicokillers en el que se alcanzan inusitados niveles de crueldad. La historia vivida por Miguel Valor es un perfecto ejemplo y nos confirma que cuando la inhumana maquinaria de un partido se pone en marcha no respeta ni las canas, ni la veteranía, ni las fidelidades, pasando por encima de cualquier persona que entorpezca la consecución de sus objetivos. Vayamos al grano: el PP coloca a Miguel Valor en la Alcaldía de Alicante para sustituir a una Sonia Castedo convertida en una imagen nacional de la corrupción y para meterle algo de normalidad a un Ayuntamiento en llamas; Valor acepta el marrón y aplica con éxito su legendaria capacidad de consenso para calmar las aguas de una corporación que su predecesora convirtió en un manicomio; el PP apunta la posibilidad de que Valor vaya como cabeza de lista a las elecciones; el PP deja que Valor se ilusione e ilusione a una parte del electorado popular y al final, el PP deja al político alcoyano con dos palmos de narices y nombra como cabeza de lista a la consellera Asunción Sánchez Zaplana. El ex concejal de Deportes del Ayuntamiento de Alcoy comprueba en sus carnes la vigencia de aquella vieja frase que se atribuye indistintamente Pío Cabanillas y a Martín Villa: ¡cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!. Fin (aunque con Miguel Valor nunca se sabe).
Incomprensible
España es un país incomprensible. Las aficiones del Barça y del Athletic de Bilbao están exultantes porque sus equipos han llegado a la final de la Copa del Rey de fútbol. A pesar de eso, las dos hinchadas cumplirán con la tradición de abuchear y pitar al señor que les entregará el trofeo, generando una situación llena de tensiones políticas. Los medios de comunicación de derechas se indignarán por esta vergonzante ofensa a los símbolos de la nación y los de izquierdas intentarán minimizar el asunto, convirtiéndolo en una inofensiva gracieta folclórica. Cada equis años, cuando los azares del fútbol nos llevan a una final periférica, se repite el mismo debate estéril. Cada equis años, se consigue el milagro: donde debía haber una fiesta; al final, hay un problema.
Cabronazos
El boom de las redes sociales ha cristalizado en un nuevo género denominado periodismo ciudadano. En vez de pasar por el filtro de los grandes medios, las noticias le llegan directamente al usuario, generándose una reconfortante ola de información libre y sin ningún tipo de aditivo político. Hay que señalar con cierta preocupación que en los últimos tiempos se viene detectando una tendencia a caer en uno de los más feos vicios del periodismo oficial, aquel que se resumía en la cínica frase “no dejes que la realidad te estropee un buen reportaje”. Asistimos a un alarmante aumento de las citas falsas en internet; la gente no tiene ningún inconveniente en inventarse frases terribles para que sus personajes odiados queden como auténticos y despreciables cabronazos. La red empieza a marear.
Inhibición festera
La enramada festera ya cuelga sobre nuestras cabezas. Salgo a la calle y hago una improvisada encuesta de barra de bar y panadería. Llego a una conclusión alarmante: nadie parece saber con exactitud las fechas de la Trilogía Festera de este año y obtengo respuestas decepcionantes del tipo “y entonces…¿el Día de los Músicos es el Día del Alardo?” . El resultado provoca una reflexión digna de una tesis doctoral de la Facultad de Periodismo: la saturación de información sobre el conflicto del calendario y la matraca continuada sobre el lío de las fechas festeras ha provocado la inhibición general de la gente, que ha decidido olvidarse del asunto y dedicar sus esfuerzos intelectuales a otras cuestiones con más sustancia.
Només puntualitzar dues coses. Per començar, EU no ha tensionat res el govern, és el propi PSOE el que enceta públicament la polèmica sobre el partit de futbol. Si està bé o no que a Alcoi la selecció nacional d’Israel (un estat condemnat per la comunitat internacional i que està anorreant violentament el poble palestí) jugue un partit oficial a Alcoi pot ser objecte de discussió, però les raons contràries no tenen res a veure amb «enseñar músculo izquierdista» sinó amb una qüestió que se circumscriu estrictament a l’àmbit de l’ètica política. Criticar la nostra posició sense considerar el fons de l’argument és francament incomprensible. A més, EU no ha mirat cap a un altre costat en el tema dels «cambalaches» judicials; eixa crítica és absolutament injusta. No puc dir el mateix (per a bé o per a mal) del tema de Corea, encara que no és comparable institucionalment amb el partit de futbol. La segona és molt evident. Respecte les crítiques, encara que no les compartisca, al cap i a la fi es tracta d’opinions (ja ho sé, és una tautologia, però en aquest context em sembla important subratllar-ho). Però crec que és tremendament injust aplaudir tot el que té a veure amb els homenatges a l’Ovidi Montllor i evitar qualsevol al·lusió als responsables polítics d’això. Si Ovidi Montllor serà «el personaje central de intensos programas de actividades en Barcelona y Alcoy» es deu, en molt bona mesura, a les gestions de càrrecs d’EU, especialment de Paco Agulló. Parlar d’EU sols quan ho fa malament (o es creu que està fent-ho malament) i evitar esmentar-la quan ho fa bé (encara que s’estiga parlant d’això mateix) tot plegat em sembla d’una parcialitat que no puc entendre. Perquè?