En la misma semana en que se difunden las grabaciones de las juergas de Enrique Ortiz Sedano critica que se no se construyera el bulevar. Se constata que la zona azul es un magnífico negocio y el presidente de Gobierno anuncia que podría convocar elecciones generales a cuatro días de la Nochebuena. El gobierno municipal se saca de encima un compromiso difícil, abriendo un proceso de participación sobre el diseño final del puente de San Jorge.
Pagar las juergas
Demoledoras e inoportunas declaraciones de Jorge Sedano en Radio Alcoy: “El tripartito debería haber construido el bulevar”. El ex alcalde pone los puntos sobre las íes y acusa a las izquierdas de haber privado a Enrique Ortiz de los 27 millones de euros que iba a cobrar por este proyecto; un dinerillo que le habría venido de perlas para pagar algunas de sus famosas juergas de yate, difundidas la pasada semana por un programa televisivo. Las grabaciones policiales de la preparación de la farra naval (con uve de nave, por supuesto) entre el constructor, el ex director general de Bancaixa y algunas amigas (se supone que con derecho a roce) dan una idea bastante aproximada sobre la clase de personajes con que trataban los gobiernos del hoy líder de Ciudadanos. Uno se echa a temblar sólo con pensar que Alcoy estuvo gobernado por gente que quería poner el desarrollo urbanístico de una parte importante de la ciudad en manos de tipos de esta catadura moral.
Obsceno
En un país con cuatro millones de parados y con unos cuantos cientos de miles de personas cagadas de miedo ante la posibilidad de perder un empleo de mierda resultan obscenos los reportajes sobre la depresión postvacacional con los que estos días nos obsequian los periódicos y las teles. Los directivos de los medios de comunicación deberían reflexionar sobre la continuidad de esta pieza periodística típica del mes de septiembre, ya que en las actuales condiciones económicas se ha transformado casi en un ejercicio de humor negro. Buena parte de la ciudadanía se daría con un canto en los dientes por tener algún sitio al que ir a trabajar y a deprimirse este mes de septiembre. Buena parte de la ciudadanía no siente los efectos negativos del regreso de las vacaciones por una razón muy simple: hace años que no tiene nada parecido a unas vacaciones. Buena parte de la ciudadanía ha sustituido la depresión postvacacional por la angustia permanente de no saber si llegara a final de mes.
Números que hacen pensar
El grupo municipal de Compromis pide la supresión de la zona azul en todo Alcoy. Al margen de las valoraciones de esta propuesta, la iniciativa de los nacionalistas saca a la luz un dato poco conocido y altamente significativo: el Ayuntamiento sólo se queda con el 25% del dinero recaudado y el 75% restante va a manos de la empresa concesionaria. Estamos ante un auténtico chollo empresarial y resulta difícil explicar porqué un servicio tan rentable está en manos privadas en vez de ser explotado directamente por la corporación, que obtendría de esta forma unos suculentos ingresos que le vendrían muy bien. Estamos ante un nuevo misterio de la administración pública española.
Revolcón
El juzgado le propina un severo revolcón al sector crítico del Casal de San Jordi y señala en una sentencia contundente que los sistemas de elección de los cargos de la Asociación de San Jorge se ajustan a los principios de democracia representativa que rigen este tipo de entidades. El fallo de la jueza contiene también sus dosis de ironía crítica, recordándoles a algunos denunciantes su etapa de directivos y sorprendiéndose por el hecho de que en aquella época lejana no cuestionaran el funcionamiento interno del gran sanedrín festero alcoyano. Es difícil saber si estamos ante un punto y final o ante un punto y seguido. El conflicto festero alcoyano es una historia interminable en la que nadie da nada por zanjado y en la que todos quieren decir la última palabra. De momento, lo que nadie puede negar es que la actual directiva ha salido muy reforzada de un trance muy complicado.
Maquiavélico
¡Y decían que Rajoy era tonto¡. Convocar unas elecciones generales el 20 de diciembre, a cuatro días de la Nochebuena, es toda una demostración de maquiavelismo. Se trata de desactivar la participación en unos comicios a cara de perro, en los que el mapa político español puede sufrir un violento terremoto. Se trata de evitar dentro de lo posible el castigo que puede sufrir el actual Gobierno a través del voto de una sociedad especialmente sensibilizada por la crisis, los recortes y los casos de corrupción. Colocar la jornada electoral un domingo en el que medio país está de viaje, de compras o de resaca de la cena de empresa es un método infalible para conseguir este siniestro objetivo. El razonamiento es puñeteramente sencillo: si todas las encuestas dicen que la gente nos va a castigar en estas elecciones, cuanta menos gente vote, mejor.
Tragedias
La estremecedora fotografía del niño sirio muerto en una playa de Turquía ha activado una oleada de solidaridad internacional en torno a los refugiados. Los periódicos y las televisiones se llenan de sesudas reflexiones sobre la conveniencia de publicar este tipo de imágenes, sobre las responsabilidades de Europa en este desastre y sobre la insensibilidad de una sociedad que ignora miles de dramas humanos y que se conmueve ante el impacto de una única foto de prensa. Se ha generado una literatura grandilocuente y absolutamente prescindible. Ante situaciones como ésta, sobran los análisis y toca aprovechar el movimiento de sensibilización generado para abordar el problema de la emigración desde una perspectiva más humanitaria y más efectiva. Por suerte o por desgracia, vivimos en un mundo mediático y la terrible imagen del pequeño Aylan ha conseguido lo que no consiguieron miles de campañas de sensibilización y ha sido la chispa que ha provocado un gran incendio en nuestras conciencias. Si esta conmoción sirve para que los gobiernos europeos cambien su vergonzante política de emigración, por lo menos habremos construido algo bueno sobre esta amarga tragedia.
Participación y gobierno
La participación ciudadana siempre es positiva, aunque al final los gobiernos siempre tendrán que enfrentarse a su principal obligación: gobernar. El Ayuntamiento abre una campaña de recogida de ideas para decidir una solución definitiva para el tráfico de coches y de peatones en el recién reparado puente de San Jorge. Hay un poco de todo: gente que quiere tres carriles para no estrangular el acceso al centro, partidarios de hacer aceras más anchas, defensores de los dos carriles y hasta propuestas de carril bici. Por pedir que no quede. El gobierno municipal tendrá que elegir, cumpliendo las expectativas de unos y cabreando a los otros. De esta no se puede escapar.