Fonèvol sorprende a los alcoyanos organizando una entraeta para el mes de abril, mientras el PSOE local vuelve a su casilla de salida en el contencioso sobre el proyecto de La Española para la Canal. El Ayuntamiento anuncia la elaboración de un deprimente censo de comercios cerrados en el centro y Rajoy insta al personal a olvidarse de la corrupción.
Regreso al punto de partida
La posición del PSOE de Alcoy sobre el proyecto de La Española para la Canal ha experimentado un cambio sustancial y evidente en los últimos meses. En su día, los socialistas presentaron un contencioso acusando a la Generalitat de invadir sus competencias, mientras anunciaban que aceptarían el proyecto por algo parecido al imperativo legal, dado que la declaración de ATE deja sin atribuciones al Ayuntamiento. Ahora, al final de la legislatura, el alcalde lanza un segundo contencioso exigiendo la paralización cautelar de la obra y endurece el tono de las denuncias sobre los riesgos que el polígono generará sobre el acuífero. Los socialistas han pasado de la ambigüedad calculada a alinearse claramente con los sectores más críticos con el plan de la empresa aceitunera. Las explicaciones para tan espectacular mudanza son variadas. Hay quien habla de un PSOE especialmente cabreado con los continuos desprecios del Consell, que no se ha molestado en contestar ninguna alegación municipal. Otros consideran que estamos ante una operación estrictamente política: los socialistas temen perder votos por la izquierda y creen que el asunto de la Canal puede restarles apoyos electorales entre los sectores más ideologizados de la ciudadanía. También hay quien opina que estamos ante un intento de salvar el pacto de gobierno con EU, evitando el efecto negativo que tendría una ruptura en pleno periodo electoral. Y finalmente, están los que piensan que el prestigio y la credibilidad de Alcoinnova se han visto seriamente tocados por su excesiva identificación con el PP, lo que ha hecho que el PSOE haya llegado a la conclusión de que no vale la pena correr riesgos ante un proyecto del que no va a sacar ningún rendimiento político. Sea por lo que sea; lo único cierto es que la postura actual del PSOE es la que tradicionalmente venía defendiendo el partido en los últimos años respecto a la polémica área industrial. Ha sido un largo y confuso viaje para volver al punto de partida.
Crueldad y autocríticas
El caloret de Rita Barberá provoca la justificadísima indignación de la izquierda valenciana. Los ataques contra la alcaldesa de Valencia alcanzan en ocasiones un tono inusitado de odio y de crueldad, en el que se hurga sin ningún miramiento en el terreno personal. Leyendo esta inagotable sucesión de diatribas pasadas de rosca, uno acaba creyendo que el PP llegó a los gobiernos de la Comunitat Valenciana gracias a un golpe de estado. Ni una sola palabra de autocrítica, ni una sola reflexión sobre una verdad incontestable: la existencia de personajes tan nefastos como Rita Barberá, Carlos Fabra o Paco Camps sólo ha sido posible gracias a la incompetencia de unos partidos de izquierdas, que se han tirado casi veinte años sin ejercer su papel de alternativa y que han permitido al PP empalmar una mayoría absoluta tras otra. Hay que ser equitativos hasta para repartir el ridículo.
La normalidad y lo extraordinario
Hay noticias que no deberían ser noticia. Fonèvol organiza una entraeta para el próximo 19 de abril y todos coincidimos en darle a la cita rango de acontecimiento histórico. Empresas privadas, colectivos profesionales, peñas de amigotes, montepíos o grupos de políticos han montado en los últimos años desfiles festeros nocturnos sin que nadie se haya extrañado. Ahora, la asociación que canaliza la integración de la mujer en la Fiesta organiza su propia convocatoria y Alcoy responde con un inmenso ¡ooooh…¡ de sorpresa. Vivimos en una ciudad en la que la normalidad adquiere tintes de suceso extraordinario y eso no es buena señal.
Material tóxico
Debate del Estado de la Nación. Mariano Rajoy vende un material político altamente tóxico: la corrupción es un problema secundario y menor, que todos superaremos rápidamente cuando salgamos de la crisis y recuperemos algo de la prosperidad perdida. El presidente del Gobierno basa todas sus estrategias de futuro en la confianza de que los españoles se olviden rápidamente de la cruel lección recibida durante estos años de miserias y de escándalos. Sólo le ha faltado anunciar solemnemente que en cuanto baje el paro un poquito más y la gente se compre más coches y más pisos, los políticos volverán a robar a dos manos como en los viejos tiempos. Pelillos a la mar.
¡Sálvese quien pueda!
La cultura alcoyana sigue echando de menos algún tipo de coordinación, que la libre del ¡sálvese quien pueda!. En esta ciudad se suceden los periodos de inactividad y de vacío, con días en los que coinciden tres conciertos diferentes a la misma hora. En este caso, la competencia no es buena, ya que al final todos acaban pagando el inevitable peaje de una reducción en la asistencia de público. Pregunta obligada: ¿tan difícil sería crear un organismo de participación cultural que se encargara de ordenar el tráfico de actividades y de impedir estas dañinas coincidencias?.
Una historia americana
El francotirador: sesión de cine del grande. Clint Eastwood en estado de gracia. Con un par de secuencias consigue explicarte esa especial burrera americana, que hace que tipos de clase baja (la denominada despectivamente basura blanca) asuman como propias guerras sin pies ni cabeza, en las que los USA perpetran las peores salvajadas. Impagable retrato humano de uno de esos peligrosos catetos, en los que se produce una letal combinación de patriotismo, camaradería y religión. Si a eso le añadimos unas estremecedoras escenas de acción, que te hacen sentir como si estuvieras en medio de un tiroteo en Irak, el resultado es un peliculón. Final brutal, que deja a los espectadores silenciosos y atornillados a sus asientos. Una vez vista la película, resultan incomprensibles algunas críticas vistas los periódicos nacionales, en las que se la acusa de ambigüedad a la hora de abordar la postura de Estados Unidos en los conflictos bélicos. Creo que hay críticos que no se ven las películas o que a pesar de su experiencia no acaban de enterarse de su contenido real. Una historia americana contada con pulso y con un estilo típicamente americano.
La magnitud de la tragedia
El Ayuntamiento anuncia la elaboración de un censo de locales vacíos en el centro de Alcoy como un primer paso hacia futuros planes de recuperación de la zona. La decisión está cargada de sentido común: antes de aplicar el tratamiento es imprescindible averiguar la magnitud real de la tragedia. Este informe puede darnos como resultado unas cifras escalofriantes. Poner en negro sobre blanco la lista de persianas bajadas puede ser una experiencia traumática. Sólo basta con darse una vuelta por el barrio.
Doncs mira què casualitat que encara no està clar que puguen fer l’entraeta …