Esta sección quiere ser una crónica anárquica y subjetiva sobre los acontecimientos más destacados de la última semana. Es una sucesión de pequeños apuntes, con la que Tipografía La Moderna pretende ofrecer una visión rápida –en clave de opinión- de la actualidad de Alcoy y de la comarca. Estas notas apresuradas sólo aspiran a ofrecer un nuevo punto de vista, para que después cada uno elabore su análisis personal.
Tiros y culatas
Pongamos (es lo más normal) que la autoridad competente considera que no puede autorizar un referéndum local que coincida con las elecciones europeas. Pongamos que, a pesar de eso, el gobierno municipal decide seguir adelante con la consulta popular sobre el pase de las Fiestas a fin de semana. Pongamos que se elige un domingo cualquiera del mes de junio o del mes de septiembre. Llega el día señalado, se montan las mesas y el sistema de escrutinio, con el consiguiente desembolso económico por parte del Ayuntamiento. Aunque no hay ningún precedente en Alcoy, experiencias semejantes en otros puntos de España nos señalan que los índices de participación suelen espectacularmente bajos y escasamente representativos del sentir popular. Sería razonable esperar una mayor movilización electoral por parte de los sectores más sensibilizados de la polémica: los que son partidarios de mantener los festejos en sus fechas tradicionales. Conclusión: 22, 23 y 24, sempre. El tiro por la culata y un pastón gastado en mesas, presidentes y papeletas. Un costoso y traumático viaje a ninguna parte.
Toda una vida
Un hombre mayor, con problemas de próstata, acude a declarar al juzgado número 4 de Alcoy, situado en unos locales alquilados de la calle Gabriel Miró. Tras preguntar dónde está el servicio, se le informa amablemente de que si quiere aliviar sus necesidades tendrá que caminar unos centenares de metros para ir al Palacio de Justicia de la plaza de Al Azraq, ya que en estas dependencias “provisionales” no hay wáter para el público. Atrapados en la dicotomía urgencia urinaria/caminata, la mayor parte de los usuarios opta por cruzar la calle y recurrir a los wáteres de un supermercado que hay enfrente. Es una historia más de los juzgados de Alcoy, unas instalaciones tercermundistas, que se caen a trozos, mientras un flamante edificio judicial, que costó tres millones de euros, lleva años abandonado y vacío en pleno casco histórico. Llevamos toda una vida escandalizados con esta situación y, por extraño que parezca, no pasa absolutamente nada.
Incertidumbres
En pleno invierno, un peligroso incendio en las laderas de Mariola rompe la placidez dominguera de miles de alcoyanos y amenaza a un centro geriátrico, que ha de ser desalojado. Se demuestra, una vez más, que el fuego no sabe nada de temporadas de riesgo ni de niveles de alerta. Se demuestra, una vez más, que la prevención al cien por cien es una misión prácticamente imposible, ya que cualquier irresponsable puede desatar la catástrofe con una quema agrícola realizada en el lugar inadecuado y en el momento inadecuado. Frente a estas incertidumbres, sólo se puede oponer un buen dispositivo de extinción. Por fortuna, todo funciona como un reloj y la Sierra se vuelve a salvar de unas llamas, que se han convertido en su perpetua pesadilla.
Críticas y silencios
Las críticas lanzadas por la Cámara de Comercio contra la política industrial del actual gobierno municipal alcoyano están llenas de sentido común y de argumentos de peso. Cuestionando los proyectos del bipartito PSOE/EU, la entidad cameral cumple perfectamente su papel, que no es otro que el de velar por los intereses económicos de Alcoy, aunque para ello sea necesario enfrentarse con el poder político. Sólo hay que poner un pero: la locuacidad mostrada ahora por esta institución contrasta abiertamente con sus clamorosos silencios durante la etapa del PP; un partido que durante sus 11 once años de gobierno fue incapaz de crear ni un solo metro cuadrado de suelo industrial y que se limitó a marear la perdiz con vacíos anuncios sobre La Canal. Las organizaciones empresariales tienden a recuperar milagrosamente su espíritu reivindicativo cuando conviven con gobiernos de izquierdas. Estamos ante una tradición inmutable.
Héroe por accidente
Aunque todas las quinielas anuncian su alejamiento de la política local, Fernando Pastor se ha convertido en la voz indiscutible y en la cara omnipresente del PP alcoyano. Mientras el probable candidato a la Alcaldía, Rafa Miró, dosifica con incomprensible racanería sus comparecencias en la ciudad que lo vio nacer, el veterano concejal popular ve agigantarse su protagonismo público y vive momentos de gloria. En los últimos años, el PP local ha vivido en un continuado proceso de convulsión: la cruenta lucha entre peraltistas y campistas, la traumática pérdida de la Alcaldía y la estruendosa marcha de Sedano han sido los hitos de este accidentado camino lleno de víctimas colaterales. Tras todas estas guerras, Fernando Pastor se ha quedado como único superviviente cualificado y su salto a la primera fila se ha producido como un movimiento natural. Nos hallamos ante un hombre incombustible, capaz de adaptarse a todos los vientos políticos y que ha acabado por convertirse en una inesperada revelación como portavoz de la oposición frente a dubitativo tándem PSOE/EU. Dicen las malas lenguas que la dirección del PP recompensará sus desvelos con algún puesto político importante. Eso sí, lejos de Alcoy, porque Miró quiere presentarse con una lista totalmente renovada.
El final de la vergüenza
Sin plazos y sin fechas, el presidente de la gestora que se encarga de reconstruir el arrasado patrimonio de la Obra Social de la CAM anuncia su intención de abrir -cuando se pueda- las puertas del clausurado CADA de Alcoy. Un poco de esperanza para que llegue el ansiado final de una vergüenza: pasar cada día por delante del antiguo edificio del Monte de Piedad, abandonado desde hace dos años, es un motivo de bochorno para cualquier alcoyano que ame a su ciudad. Nada se sabe del destino final de estas instalaciones, pero se avisa de que habrá importantes limitaciones económicas para la fundación que gestionará las infraestructuras culturales de la desaparecida caja de ahorros. La posibilidad de que este emblemático inmueble se convierta en una pura carcasa sin contenidos sólo puede disiparse si Alcoy (su Ayuntamiento y sus instituciones) toma un papel activo en la futura gestión de ese magnífico espacio cultural. Si desde aquí no se hace nada, todo parece indicar que estaremos ante un maravilloso contenedor sin ningún contenido.
No hay milagros
La lógica se impone en los autobuses urbanos: si se reducen los servicios y se alargan las frecuencias de paso, baja el número de viajeros. No existen los milagros y los resultados de la reforma de las líneas son los previsibles. El concejal Jordi Martínez intenta defender los cambios y utiliza unos argumentos muy parecidos a los que usan los ministros de Economía cada vez que se enfrentan con un aumento del paro, “se ha producido una desaceleración de la pérdida de pasajeros del autobús urbano”. La oposición, por supuesto, hace sangre con el asunto y pide una reforma de la reforma. Las estadísticas señalan que desde su privatización, el autobús urbano de Alcoy está cayendo en picado. Eso da que pensar.
como siempre, un gusto leer tus articulos. gracias Javier.