El abisinio, en el ámbito de la lengua castellana, es un sustantivo que tanto puede referirse a una raza de gato doméstico, a una persona originaria de la antigua Abisinia -actual Etiopía- como al pastel de crema y azúcar típico de Medina de Rioseco, en la provincia de Valladolid. Y en Alcoy, también, a una de sus tapas más populares. Todo un prodigio de inventiva, combinación de sabores y originalidad gastronómica, a saber: Huevo duro rebozado con huevo.
Otra cuestión es el motivo por el cual que quintaesencia de la imaginación culinaria acabó denominándose como un gato doméstico. Es posible que el nombre no provenga del gato y, seguramente tampoco de los naturales de Abisinia que, a diferencia de los huevos, son alargados y de color más bien oscuro. Lo más probable es que el abisinio alcoyano, en algún momento del siglo XVIII, o puede que del XIX, tomara prestado el nombre del dulce vallisoletano con el que comparte proporciones y tonalidad. A no ser que la cosa fuera justo al revés y que fueran los riosecanos quienes fusilaron la denominación del huevo alcoyano. Con lo cual se abriría otra línea de debate, similar al de la Cabalgata más antigua de España, que podría dar de comer a varias generaciones de historiadores, tertulianos y periodistas locales.