El compositor alcoyano Angel Lluís Ferrando (1965) mundialmente conocido por sus obras ‘Sonata Euskaldun para Azada y Martillo Op.145’ y ‘Rapsodia saharaui para cornamusa vikinga y bombo en fa Op.137’, estrenará el próximo mes de octubre en el Palacio de la Música de Valencia su primera ópera ‘Bolardos e Imbornales’.
Marcadamente urbana, con acento alcoyano y abundantes influencias meteorológicas, la acción de la obra transcurre en distintas rotondas, puentes y otras ubicaciones de la ciudad donde los imbornales con frecuencia – prácticamente cada vez que llueve – sufren las acometidas de tormentas y aguaceros debiendo hacer frente a una importante acumulación de aguas.
Otros protagonistas de la trama son los bolardos que con sus escasos medios oponen resistencia, no solo a los vehículos que circulan por la ciudad, sino también -en la medida de lo posible – a los embates acuáticos. Ambos bolardos e imbornales devienen en una especie de héroes griegos sometidos al capricho de los dioses, representados por ingenieros, arquitectos y funcionarios municipales y el ministerio de Fomento, que han de enfrentarse con escasos medios a las fuerzas de la naturaleza y a las pasiones.
El autor asegura que esta primera obra que también habla del bien y del mal, de la previsión y la imprevisión, del esfuerzo y de la estrategia no es para nada autobiográfica aunque es cierto que se ha inspirado en lugares como el puente de San Jorge, el puente Fernando Reig, la rotonda del Collao y otros humedales donde jugaba con los amigos de la infancia.
El Palacio de la Música de Valencia ha encargado la producción del vestuario y decorados a Confecciones Rosita y Carrozas y carrozados La Moderna, mientras que de los efectos especiales acuáticos correrán a cargo de Fontanería y Saneamientos San Roque.