Pasadas las elecciones y con los resultados todavía “calentitos”, es tiempo de análisis. El de los partidos es sencillo y, además, ya lo conocíamos de antemano: todos han ganado. El del resto de los mortales, suele depender mucho de la simpatía política de quien lo realiza, por lo que hay tantas conclusiones como personas sobre la faz de la Tierra.
La mayor parte de los artículos que se han escrito estos días se centran en lo que ha obtenido cada uno de los partidos presentados, generalmente comparándolos con las anteriores elecciones. Por eso, en mi artículo no voy a repetir esta estructura, sino que voy a tratar de ofrecer un punto de vista diferente.
Se suele decir que Alcoy es una ciudad tradicionalmente “de izquierdas”. Viendo el color de los gobiernos que hemos tenido en democracia, esta máxima sería acertada. Sin embargo, yo creo que, más que de un lado o del otro, los alcoyanos somos inmovilistas. Muy mal lo tendría que hacer un alcalde para que no ganara las siguientes elecciones. Como ejemplo, ¿recordáis la gestión de Sedano en su segunda legislatura? Nos dejó un montón de cadáveres, como La Rosaleda, Serelles, el hotel de la Font Roja… Y, sin embargo, ganó las siguientes elecciones. Si no pudo mantener la alcaldía, no fue tanto por la voluntad del electorado, sino por un pacto forzadísimo a tres bandas de todos los partidos de izquierdas para desalojarle.
Y así ha vuelto a suceder en esta ocasión. Mientras que en gran parte de España han arrasado las “mareas ciudadanas”, en nuestra ciudad el gran triunfador ha sido el PSOE. Se mire como se mire. Ha aumentado el número de concejales, ha ganado en votos y mantienen la alcaldía. Un éxito sin paliativos, más todavía si el mismo se circunscribe en una época de castigo a los grandes partidos nacionales. Cierto es que está muy lejos de los votos que obtenía a principios de los años 90, por ejemplo, pero, claro está, era otra época y otras circunstancias.
Para entender un poco mejor qué sucede en nuestra ciudad, estos días que han transcurrido desde los comicios, he dedicado parte de mi tiempo libre a hablar con la gente sobre las elecciones. Me interesaba encontrar a personas que reconocieran que habían votado al Partido Socialista. Y las he encontrado. Y, más aun, buscaba averiguar porqué habían elegido votar a este partido aquí, en Alcoy. Pues bien. La mayoría de ellos admiten que su elección estuvo motivada por la falta de una alternativa mejor (¿recordáis aquello que comentaba yo de la mediocridad en un artículo anterior?). O sea, que los alcoyanos hemos aplicado el refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer”. O en este caso, ni siquiera “bueno”. Esto me trae a la cabeza una teoría muy personal que aplicaba mi señora abuela hace ya unos cuantos años a la hora de ir a votar. Ella decía que siempre votaba a los que ya estaban en el poder, porque como ya llevaban unos años “trincando” necesitaban robar menos que los que entraran nuevos. Y ya se sabe que en algunas culturas los ancianos son muy respetados y son sinónimo de sabiduría….
Por otra parte, tampoco es que la gente califique de “mala” la gestión de Toni Francés en la anterior legislatura. Es más, se le reconocen algunos méritos como la reducción del déficit. Por todo ello podrá disfrutar de cuatro años más al frente de la ciudad. Esperemos que los aproveche.
Los otros grandes triunfadores en nuestra ciudad han sido Guanyar Alcoi / EU. ¿O no? Habrá que esperar unos días para saber en qué se traducen esos cinco representantes obtenidos, porque Toni Francés les tiró un jarro de agua fría al declarar que tenía intención de gobernar en solitario, con pactos puntuales. ¡Uy, uy, uy! Su gozo en un pozo, y sus aspiraciones de poder en peligro. La respuesta de su número 1, Estefanía Blanes (la anterior portavoz de EU en el consistorio) fue rápida: ellos quieren pactar con los socialistas para formar gobierno. Así pues, lo dicho. Habrá que esperar a ver en qué queda esto para poner un calificativo a los resultados obtenidos por esta coalición.
Por último, quiero destacar un aspecto de estas elecciones que apenas se ha comentado. Me refiero al absoluto fracaso de tres ilustres de la política alcoyana que aspiraban a un retiro espiritual bien remunerado con dinero público como diputados por las cortes provinciales. Nando Pastor, Mario Santacreu y Paco Agulló no han conseguido entrar en esta institución. Les ha salido mal el tiro y tendrán que volver a sus antiguos trabajos, ¡pobrecitos! O tal vez no lo hagan, porque ¿alguien se extrañaría si consiguen colocar sus culos en algún otro cargo público? A mí, no.
PD: en lo que sí hemos coincidido los alcoyanos con el resto del país es en (cito a la gran Rita) la “hostia” que se ha metido el PP.
