¿Cuántas vueltas le da a la cachiporra un cabo cristiano durante un Entrada?, ¿fue una escuadra especial de Alcoy la inventora de la minifalda? o ¿cuántas tetas femeninas toca un festero medio poniendo agulletes tras toda una Trilogía?. Estas y otras preguntas básicas hallan su respuesta en este artículo de “Más falso que un Judas”. Haciendo un despliegue de medios, esta publicación ha alquilado durante dos días el superordenador Jordiet 23.0 y tras un arduo trabajo de programación informática, este cerebro electrónico ha resuelto algunos de los más grandes enigmas de la Fiesta alcoyana. Ahí van algunas estadísticas curiosas.

-Con el dióxido de carbono liberado por los participantes (festers, músicos y autoridades invitadas) en la Nit de l’Olla (600.000 m3 de gas) se podrían rellenar tres dirigibles tipo zeppelín como el famoso LZ 129 Hindengurg o su gemelo el LZ 130 Graf.

-Existen las mismas posibilidades (1/1.526.000.0002) de que una asociada de Fonèvol sea presidenta de la Asociación de San Jorge como de que un meteorito impacte sobre la cabeza de un jubilado que desayuna un bocadillo de atún en la Font del Quinzet

-El consumo total de glucosa de los individuos festeros de una fila en una discusión sobre la participación de la mujer en la fiesta (120 gr./individuo/día) es equivalente al utilizado por el equipo nacional de maratón de Tanzania durante una competición.

-Con los 4.500 kilowatios/hora de energía generada por el ego de un capitán moro flatoso y millonario durante una Entrada se podría aprovisionar de electricidad a una ciudad de 5.000 habitantes a lo largo de dos semanas.

-Desde que el siglo pasado se instauró el acto de la aparición de San Jorge, se han lanzado tantas flechas (60.423 aprox.) como las que opusieron al avance de los rostros pálidos las tribus indias de Pies Negros, Pawnees, Cheyennes, Crow, Apaches y Arapahoes en su conjunto.

-Un dispositivo digital colocado en el codo de un cabo de escuadra del bando cristiano ha permitido saber que durante la Entrada del año pasado le dio 3.567.451 vueltas a su cachiporra.

-Se calcula que si hubiera que volver a tejer las fajas con que las que ciñen sus cinturas los primers trons i miembros de juntas directivas del bando moro, se daría trabajo a una factoría textil de 1.500 operarios durante los próximos 45 años. Sin contar aprestos y acabados.

-Cada mes de abril, la multinacional papelera Exon Limited se ve obligada a talar 567 hectáreas de bosque en Canadá para abastecer la demanda de papel para confeti y serpentinas de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.

-La primera minifalda o falda corta que termina por encima de la rodilla (generalmente 20 cm o más) no fue la creada por la diseñadora de modas británica Mary Quant en 1965. Antes de eso existió el diseño de las escuadras especiales de un capitán y un alférez cristianos en las Fiestas de los años 50 del pasado siglo. Ambas escuadras fueron bautizadas popularmente como “Els cuixotes”.

-Si colocáramos uno detrás de otro todos los vasos de cubata de plástico desechable utilizados durante los tres días de la Trilogía Festera, la fila le daría dos vueltas al globo terráqueo y aún sobrarían 200 kilómetros para ir a Valencia y volver.

-Con el maquillaje, sombra de ojos, colorete, pintura de labios, purpurina y polvos iluminadores de las chicas del boato se podrían pintar dos veces los 21 kilómetros de la Gran Muralla China. Seis veces si se sumaran también los aguerridos guerreros de las escuadras especiales.

-Durante la última visita de Alberto Fabra a las Fiestas de Alcoy los abucheos y los silbidos del público en la Plaza de España alcanzaron un nivel sónico de 13.423 decibelios. De forma totalmente involuntaria, el presidente de la Generalitat batió un record nacional, que hasta esa fecha correspondía a un concierto del grupo AC/DC en el polideportivo de Alcorcón.

-Para cultivar de una sola vez todos los claveles lanzados al paso del Sant Jordiet se debería disponer de una superficie de 29.775 km² (la misma que la península de Jutlandia). Si se quisieran incluir las flores que ocultan los moros a los pies de San Jorge, la superficie debería aumentar hasta los 1.565.000 km², las dimensiones aproximadas de un país como Mongolia.

-Un trabajo de campo sobre la costumbre festera de ponerles agulletes en el pecho a las mujeres, concluye señalando que al final de las Fiestas cada festero ha tocado una media de 46 tetas femeninas diferentes.

-Durante sus más de cincuenta años de existencia los diseñadores de las escuadras especiales han ideado el mismo número de cráneos de animales para los cascos guerreros (400 tipos distintos aprox.) como especies endémicas hay en la isla de Madagascar.

-Si el Ayuntamiento de Alcoy cobrara un impuesto de un euro por cada vez que un festero suelta la frase “açó és mel”, la corporación municipal estaría en condiciones económicas de asumir por su cuenta la construcción de la conexión ferroviaria con Alicante y aún le sobraría para organizar unos cuantos cursillos de coworking en el Ágora.

-La costumbre del cabo de escuadra alcoyano de mirar hacia los balcones durante la Entrada ha acabado generándole una deformación muscular en la zona del cuello. Se trata de una anomalía médica endémica de Alcoy, que sólo se ha detectado en futbolistas especializados en el remate de cabeza, como Santillana o Torpedo Muller.

-Con la crónica realizada por un festero el día del descanso de lo ocurrido durante la trilogía se podrían escribir 4 manuales de autoayuda, 3 antologías del humor, 2 libros de relatos y 1 novela de realismo mágico, si incluyera los ligues fingidos y verdaderos.

-El músculo trapecio de un escuadrero con casco guerrero de animal salvaje soporta durante el recorrido de la entrada una presión de 1.530.360 Pa, la misma que un batiscafo monoplaza tripulado de la Serie Katiusca, sumergido a 150 metros de profundidad.